Probar un coche antes de comprarlo debería ser obligatorio. Vas a hacer un desembolso importante. Tienes que asegurarte de que es el coche que te gusta realmente y de que está en perfecto estado. Busca, prueba y decide.
Siempre insistimos mucho a todo el que viene a ver nuestros coches que hagan una prueba de conducción.
Si tienes buen ojo y sabes en qué fijarte durante la prueba de conducción podrás hacer un diagnóstico bastante exacto del estado del vehículo. Sin arrancar el coche, sólo poniendo la llave en el contacto sabrás cómo funcionan las luces, los intermitentes, los elevalunas o si tiene algún testigo del cuadro de mandos encendido.
No pienses que es algo tan evidente y que todo el mundo revisa los testigos del cuadro de mandos. Pasar por alto este detalle es más que habitual. Puede que lo tengas en mente, pero se suele olvidar más veces de las que crees.
Cuando empiezas la marcha puedes afinar todavía más tus sentidos y detectar defectos a través del olfato, el oído y el tacto. Podrás notar si hay una fuga de combustible, falta de líquido de refrigeración, la dirección desviada o la correa de transmisión entre muchos otros.
Puedes ir calculando de cabeza las reparaciones que le tendrás que hacer al coche. Ve restando al precio de salida el coste que tendrán para ti, si al final decides comprar el vehículo que acabas de probar.
Ya te hemos dicho que apuntes en tu mente los desperfectos que vayas descubriendo y si no suponen ningún problema para ti y puedes convivir con ellos, significa que tendrás un gran poder de negociación.
Aunque pienses que el coche que acabas de probar tiene problemas puedes soportar, si no eres un experto, lo mejor es que consultes con uno antes de hacer ninguna oferta.
Tu técnico de confianza te puede dar las claves de cómo podrías arreglar los desperfectos del coche tú mismo, cuánto te costará contar con mano
En cualquier caso, todos los desperfectos que notes debes hacerlos evidentes y ponerlos en conocimiento del vendedor a la hora de negociar el precio. Te librará de sorpresas desagradables y te servirá para obtener una rebaja en el precio que es algo que nunca viene mal.
Recuerda que los vendedores honestos siempre te dejarán testear el vehículo en el que estés interesado y tendrán toda la información de sus desperfectos a tu disposición.
Una vez termines de comprobar que todo vaya sobre ruedas, tu experto te haya dado su ok y el amor a primera vista empiece a convertirse en una pasión irrefrenable por pisar sus pedales; no olvides que antes debes asegurarte que toda la documentación está en orden. Pero eso ya es otra historia.
Descubre en Gysa Jaguar Córdoba, todos nuestros vehículos. Encontrarás el que estás buscando.
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Llevamos semanas extremando las precauciones en casa, y en casos puntuales fuera de ella, debido a que el coronavirus es especialmente contagioso.
Hay un punto fundamental en el que quizá no nos hemos fijado tanto: el coche. Si tienes uno y lo utilizas a menudo por cuestiones de trabajo o, simplemente, porque tienes que ir en él a comprar o a realizar otras tareas, es necesario que conozcas las medidas que hay que adoptar para la limpieza y desinfección de este.
Desde Gysa Jaguar Córdoba, te facilitamos una serie de recomendaciones para la limpieza del vehículo ante el coronavirus.
Limpiar todo lo susceptible de ser tocado
Si se trata de un coche que utilizáis varias personas, deberéis limpiar con frecuencia las superficies de contacto: volante, tiradores de puertas, partes del cinturón de seguridad que se tocan, palanca de cambios y todos los mandos, botones y pantallas que sean susceptibles de haber sido tocadas, así como los reposabrazos. En resumen: todo lo que haya podido ser tocado por una persona con el virus.
Es muy recomendable usar guantes desechables reduce el riesgo de transmisión de un posible contagio a través de las manos.
Guantes para limpiar y desinfectar
El problema de la limpieza interior del coche es que los materiales son menos resistentes que, por ejemplo, un suelo o la encimera de una cocina. A continuación, te damos unos consejos para no dañarlos.
SÍ puedes usar agua y jabón o alcohol
NO debes usar lejía ni otros productos fuertes como por ejemplo el amoniaco.
Por último, pero no menos importante: no olvides lavarte las manos antes y después del proceso de limpieza.
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